Ingredientes:
- 200 gramos de galletas Digestive
- 100 gramos de mantequilla derretida
- 250 gramos de queso mascarpone
- 200 gramos de fresas
- 200 ml de nata para montar
- 50 gramos de azúcar glass
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
Para los amantes de los postres frescos y sin complicaciones, esta deliciosa receta de tarta de mascarpone y fresas sin horno es simplemente irresistible. La combinación del suave queso mascarpone con el dulzor de las fresas frescas crea un sabor único y refrescante que te transportará al verano en cada bocado. A continuación, te mostraremos cómo preparar esta tarta en unos sencillos pasos.
Paso 1: Preparar la base
Comienza triturando las galletas Digestive en un procesador de alimentos o metiéndolas en una bolsa de plástico y aplastándolas con un rodillo. Una vez que las galletas estén bien trituradas, mézclalas con la mantequilla derretida en un bol hasta obtener una mezcla homogénea.
Vierte la mezcla en un molde desmontable y utiliza la parte trasera de una cuchara para presionarla y extenderla uniformemente en el fondo del molde. Luego, coloca el molde en el refrigerador durante al menos 30 minutos para que la base se endurezca.
Paso 2: Preparar el relleno
En otro bol, mezcla el queso mascarpone, la nata para montar, el azúcar glass y la esencia de vainilla. Bate con una batidora eléctrica o a mano hasta obtener una mezcla suave y cremosa.
Lava las fresas y córtalas en rodajas finas. Reserva algunas rodajas para la decoración final.
Agrega las fresas cortadas a la mezcla de queso mascarpone y nata, y remueve con suavidad para distribuir las fresas de manera uniforme.
Paso 3: Montar la tarta
Vierte la mezcla de queso y fresas sobre la base de galleta en el molde. Alisa la superficie con una espátula y decora con las rodajas de fresas reservadas.
Cubre el molde con papel de aluminio o una tapa y colócalo en el refrigerador durante al menos 4 horas, o toda la noche, para que la tarta se enfríe y tome consistencia.
Paso 4: Servir y disfrutar
Una vez que la tarta haya reposado en el refrigerador el tiempo suficiente, desmolda cuidadosamente y sírvela en porciones individuales. Puedes añadir un poco más de azúcar glass espolvoreada por encima o incluso decorar con hojas de menta fresca para agregar un toque extra de sabor.
Esta deliciosa tarta de mascarpone y fresas sin horno es perfecta para cualquier ocasión y seguramente impresionará a tus invitados con su sabor y presentación frescos.
¿Puedo usar otro tipo de galletas en lugar de las Digestive?
Sí, puedes utilizar galletas tipo María o cualquier tipo de galletas secas que prefieras para la base de la tarta.
¿Puedo reemplazar el queso mascarpone por otro tipo de queso?
El mascarpone es el queso tradicionalmente utilizado en esta receta, ya que tiene una textura suave y cremosa que combina perfectamente con las fresas. Sin embargo, si no encuentras mascarpone, puedes probar a usar queso crema como alternativa.
¿Necesito enfriar la tarta durante toda la noche?
Si quieres obtener una consistencia más firme y asegurarte de que la tarta esté bien refrigerada, te recomendamos dejarla en el refrigerador durante toda la noche. Sin embargo, si tienes prisa, puedes enfriarla durante al menos 4 horas antes de servirla.
¿Puedo añadir otros ingredientes a la mezcla de queso mascarpone y fresas?
¡Por supuesto! Puedes experimentar agregando otros ingredientes como ralladura de limón o incluso chocolate derretido para darle un toque extra de sabor a tu tarta de mascarpone y fresas.
¿Puedo congelar la tarta de mascarpone y fresas sin horno?
La tarta de mascarpone y fresas sin horno es mejor disfrutarla fresca, ya que la textura y el sabor pueden cambiar después de haber sido congelada. Recomendamos disfrutarla directamente del refrigerador y no congelarla.
Ahí lo tienes, una deliciosa receta de tarta de mascarpone y fresas sin horno que seguro te hará agua la boca. ¡Disfruta de este dulce y refrescante deleite con familiares y amigos en cualquier ocasión especial!