¿Por qué hacer salsa de tomate casera?
La salsa de tomate es un condimento clásico que se utiliza en una amplia variedad de platos. Ya sea que la uses para aderezar tus pastas, como base para una pizza casera o como salsa para tus tacos, la salsa de tomate casera siempre le agrega un toque especial a tus comidas. Además, al hacerla en casa puedes controlar los ingredientes y ajustar el sabor a tu gusto.
Paso a paso: cómo hacer salsa de tomate casera con tomates congelados
Paso 1: Preparación de los tomates
Empieza por descongelar los tomates congelados. Puedes hacerlo dejándolos descongelar en el refrigerador durante toda la noche o utilizando el método de descongelamiento rápido sumergiéndolos en agua caliente. Una vez que los tomates estén descongelados, retira la piel y las semillas.
Paso 2: Sofríe las cebollas y el ajo
En una sartén grande, calienta un poco de aceite de oliva y agrega las cebollas picadas y el ajo picado. Sofríe a fuego medio hasta que las cebollas estén transparentes y el ajo esté fragante. Este paso le dará un sabor irresistible a tu salsa.
Paso 3: Cocina los tomates
Agrega los tomates a la sartén y cocínalos a fuego medio-alto durante unos minutos, removiendo constantemente. A medida que los tomates se cocinan, empezarán a desprender líquido y se irán deshaciendo. Si prefieres una salsa más espesa, puedes seguir cocinando a fuego lento hasta que alcance la consistencia deseada.
Paso 4: Agrega las especias y condimentos
Para realzar el sabor de tu salsa de tomate casera, agrega sal, pimienta, azúcar, orégano y albahaca al gusto. Puedes ajustar las cantidades según tus preferencias personales. También puedes añadir otras especias como pimentón, comino o cilantro si quieres experimentar con nuevos sabores.
Paso 5: Tritura la salsa
Una vez que los tomates estén bien cocidos y los sabores se hayan integrado, puedes utilizar una licuadora de mano o una licuadora convencional para triturar la salsa hasta obtener una consistencia suave y uniforme. Si te gusta una salsa más rustica, puedes optar por no triturarla completamente y dejar algunos trozos de tomate.
Paso 6: Rectifica el sabor
Prueba la salsa y ajusta el sabor según tus preferencias. Si consideras que le falta sal, pimienta o alguna especia en particular, puedes agregar más y mezclar bien. Recuerda que es importante ir probando y ajustando el sabor a medida que cocinas.
Paso 7: Conservación de la salsa
Si vas a utilizar la salsa de tomate casera de inmediato, puedes transferirla a un frasco hermético y guardarla en el refrigerador. Si deseas conservarla por más tiempo, puedes envasarla en frascos esterilizados y procesarlos al baño maría para una mayor duración.
¿Cuánto tiempo se puede conservar la salsa de tomate casera?
Si se almacena adecuadamente en el refrigerador, la salsa de tomate casera puede durar hasta una semana. Si se envasa correctamente y se procesa al baño maría, puede durar hasta un año en la despensa.
¿Puedo congelar la salsa de tomate casera?
Sí, puedes congelar la salsa de tomate casera. Para hacerlo, asegúrate de utilizar recipientes adecuados para congelación y dejar espacio suficiente para que la salsa se expanda al congelarse. Descongela la salsa en el refrigerador antes de usarla.
¿Puedo agregar otros ingredientes a la salsa de tomate casera?
Absolutamente. La salsa de tomate casera es muy versátil y puedes agregar otros ingredientes como zanahorias, pimientos o hierbas frescas para darle un toque diferente. Experimenta con los sabores y encuentra tu combinación favorita.
¿Es más económico hacer salsa de tomate casera que comprarla en el supermercado?
En general, hacer salsa de tomate casera puede ser más económico que comprarla en el supermercado, especialmente si aprovechas los tomates que están en temporada o utilizas tomates congelados. Además, al hacerla en casa puedes controlar los ingredientes y la cantidad, evitando el desperdicio de alimentos.
Ahora que conoces la receta para hacer salsa de tomate casera con tomates congelados, ¡ponte manos a la obra y disfruta de este delicioso condimento en tus comidas!