En la búsqueda de una receta fácil y rápida para disfrutar en cualquier ocasión, el guiso de cerdo con verduras al tomillo se presenta como una excelente opción. Este plato combina la suculencia de la carne de cerdo con la frescura de las verduras, todo resaltado por el aroma del tomillo. A continuación, te presentamos una receta paso a paso para preparar este delicioso guiso en tu propia cocina.
Ingredientes para el guiso de cerdo con verduras al tomillo:
Preparando los ingredientes:
Antes de comenzar con la preparación del guiso, asegúrate de tener todos los ingredientes a mano. Pica finamente una cebolla, dos dientes de ajo y dos zanahorias. Corta el cerdo en trozos de tamaño mediano y sazónalo con sal y pimienta al gusto.
Dorando la carne:
En una olla grande, calienta un poco de aceite de oliva y dora los trozos de cerdo por todos lados hasta que estén dorados y sellados. Retira la carne de la olla y reserva.
Sofriendo las verduras:
En la misma olla, agrega un poco más de aceite si es necesario y sofríe la cebolla, el ajo y las zanahorias hasta que estén tiernos. Añade una cucharadita de tomillo fresco picado y remueve bien.
Cocinando el guiso:
Vuelve a colocar la carne en la olla con las verduras, agrega medio litro de caldo de carne y deja cocinar a fuego lento hasta que la carne esté tierna y las verduras estén suaves. Rectifica la sazón con sal y pimienta si es necesario.
Servir y disfrutar:
Sirve el guiso de cerdo con verduras al tomillo bien caliente, acompañado de arroz blanco o una ensalada fresca. ¡Disfruta de este plato reconfortante y lleno de sabor en compañía de tus seres queridos!
¿Puedo utilizar otras verduras en lugar de las mencionadas en la receta?
¡Por supuesto! Puedes experimentar con diferentes verduras según tus gustos y preferencias. Pimientos, guisantes, calabacín o incluso champiñones son excelentes opciones para añadir variedad al guiso.
¿Se puede preparar este guiso con anticipación y calentarlo antes de servir?
Sí, el guiso de cerdo con verduras al tomillo es perfecto para preparar con anticipación. De hecho, los sabores se intensifican aún más si lo dejas reposar durante unas horas e incluso de un día para otro. Simplemente caliéntalo antes de servir y ¡listo!