Si eres amante de la gastronomía tradicional española, seguramente has oído hablar de la fabada gallega, uno de los platos más emblemáticos de la cocina de la región. En este artículo te guiaremos paso a paso para que puedas preparar en casa una auténtica fabada gallega que deleitará tu paladar y el de tus invitados. Desde la elección de los ingredientes hasta el proceso de cocción, te aseguraremos que el resultado sea una experiencia culinaria inigualable.
Ingredientes para la fabada gallega
Para iniciar con la preparación de este exquisito plato, necesitarás reunir todos los ingredientes necesarios. La fabada gallega se caracteriza por ser un guiso abundante, sabroso y reconfortante, por lo que es esencial contar con los productos adecuados. Los ingredientes fundamentales para una fabada gallega tradicional son:
Faba asturiana
La faba asturiana es el ingrediente estrella de la fabada gallega. Se trata de una variedad de judía blanca cultivada en la región de Asturias, que se distingue por su textura mantecosa y su sabor suave. Es fundamental conseguir fabas de calidad para lograr una fabada gallega auténtica.
Compango
El compango es el conjunto de embutidos que acompañan a la fabada gallega y le aportan su particular sabor. El compango suele incluir ingredientes como chorizo, morcilla, lacón y tocino entre otros. La combinación de estos embutidos en el guiso es lo que le da ese toque único a la fabada gallega.
Verduras y aromáticas
Además de los embutidos y las fabas, las verduras y aromáticas como cebolla, ajo, pimiento y laurel son esenciales para aportar un equilibrio de sabores al guiso de fabada gallega. Estos ingredientes frescos añaden profundidad y complejidad al plato.
Paso 1: Remojar las fabas
Antes de comenzar con la preparación de la fabada gallega, es importante remojar las fabas durante al menos 12 horas. Este paso es fundamental para ablandar las fabas y agilizar el proceso de cocción. Coloca las fabas en un recipiente con agua y déjalas reposar durante toda la noche para que absorban la humedad necesaria.
Paso 2: Preparar el compango
Mientras las fabas están en remojo, es el momento de preparar el compango. Corta los embutidos en trozos medianos y reserva. El chorizo, la morcilla, el lacón y el tocino añadirán su sabor característico al guiso de fabada gallega.
Paso 3: Sofreír las verduras
En una olla grande, calienta un poco de aceite y sofrie las verduras picadas finamente como cebolla, ajo y pimiento. Este paso es crucial para darle un fondo aromático al guiso y realzar los sabores de los ingredientes. Añade también unas hojas de laurel para potenciar el aroma.
Paso 4: Cocinar la fabada
Una vez remojadas las fabas y listo el sofrito de verduras, es hora de cocinar la fabada. Coloca las fabas escurridas en la olla junto con el compango y cubre con agua. Deja que los ingredientes hiervan a fuego lento durante aproximadamente 2 horas, hasta que las fabas estén tiernas y el guiso haya adquirido consistencia.
Paso 5: Reposar y servir
Cuando la fabada esté lista, retira del fuego y deja reposar por unos minutos antes de servir. La fabada gallega es un plato que mejora en sabor con el reposo, permitiendo que los sabores se integren y se potencien. Sirve la fabada bien caliente en platos hondos, acompañada de un buen pan de pueblo para disfrutar al máximo.
Preguntas frecuentes sobre la fabada gallega
¿Se puede congelar la fabada gallega?
Sí, la fabada gallega se puede congelar sin problema. Guarda las raciones individuales en recipientes herméticos y congélalas para disfrutar en otra ocasión. Al descongelar, calienta lentamente para mantener la textura y el sabor del guiso.
¿Cuál es el mejor vino para acompañar la fabada gallega?
La fabada gallega marida a la perfección con un vino tinto de la región de Galicia, como un Mencía joven o un Albariño. El equilibrio entre la untuosidad del guiso y la frescura del vino hará de esta combinación un verdadero festín para el paladar.