¡Descubre el paso a paso para hacer una deliciosa pizza precocinada en el horno en casa!

Ingredientes para la masa de pizza:

Para empezar a preparar tu deliciosa pizza precocida en casa, necesitarás los siguientes ingredientes para la masa:

  • 250 gramos de harina de trigo
  • 5 gramos de levadura seca
  • 150 ml de agua tibia
  • Una pizca de sal
  • Una cucharada de aceite de oliva

Paso 1: Preparación de la masa

Para hacer la masa, mezcla la harina, la levadura y la sal en un recipiente grande. Agrega el agua tibia y el aceite de oliva, y comienza a amasar hasta obtener una mezcla homogénea. Deja reposar la masa en un lugar cálido durante al menos una hora, hasta que doble su tamaño.

Paso 2: Preparación de los ingredientes

Mientras la masa reposa, puedes preparar los ingredientes para la cobertura de tu pizza precocida. Pica tomates frescos, mozzarella, jamón, champiñones, aceitunas y cualquier otro ingrediente de tu elección. ¡Deja volar tu creatividad!

Paso 3: Extender la masa y agregar los ingredientes

Después de que la masa haya levado, extiéndela con un rodillo sobre una bandeja para horno previamente enharinada. Agrega salsa de tomate, los ingredientes preparados anteriormente y por supuesto, ¡mucho queso!

Paso 4: Precocer la pizza en el horno

Precalienta tu horno a 200 grados Celsius y coloca la pizza en él. Deja que se cocine durante unos 15-20 minutos, o hasta que la masa esté dorada y el queso burbujeante. ¡Y listo! Disfruta de tu pizza casera precocida directamente desde el horno.

¡Sorprende a tus amigos y familia con esta increíble receta de pizza precocida en casa! ¡Seguro que quedarán encantados con tu talento culinario!

¿Puedo hacer la masa de pizza con harina integral?

Sí, puedes sustituir la harina de trigo por harina integral para una versión más saludable de la pizza precocida en casa. Simplemente ajusta las cantidades de líquido según sea necesario.

¿Se puede congelar la pizza precocida para usarla en otro momento?

¡Claro que sí! Una vez que hayas precocido la pizza, déjala enfriar completamente, luego envuélvela en papel film y guárdala en el congelador. Cuando quieras disfrutarla de nuevo, solo necesitas llevarla directo al horno para calentarla. ¡Deliciosa y práctica!