Deliciosas recetas de sopa de ajo con jamón: el clásico plato que no puede faltar en tu menú

La sopa de ajo con jamón es un plato clásico que siempre ha estado presente en la gastronomía tradicional. Su sabor reconfortante y sus ingredientes simples pero deliciosos la convierten en una opción ideal para cualquier ocasión. Ya sea para una cena en familia, una comida reconfortante en los días fríos de invierno o simplemente para deleitar a tus invitados, la sopa de ajo con jamón siempre será una elección acertada.

Encuentra aquí las mejores recetas de sopa de ajo con jamón

Si eres amante de la cocina casera y te gusta experimentar con sabores tradicionales, estas recetas de sopa de ajo con jamón te van a encantar. A continuación, te presentamos dos opciones, una receta clásica y una versión moderna, para que puedas elegir la que más se adapte a tus gustos y preferencias.

Receta clásica de sopa de ajo con jamón

Ingredientes:

  • 4 rebanadas de pan duro
  • 4 dientes de ajo
  • 100 gramos de jamón serrano
  • 1 litro de caldo de pollo
  • 1 cucharada de pimentón dulce
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal y pimienta al gusto

Preparación:

  1. En una sartén grande, calienta un poco de aceite de oliva y añade los ajos picados. Cocina a fuego medio hasta que estén dorados.
  2. Añade el jamón serrano cortado en trozos pequeños y cocina durante unos minutos más.
  3. Agrega el pimentón y remueve bien para que se mezcle con el aceite y el jamón.
  4. Añade el caldo de pollo y lleva la mezcla a ebullición. Reduce el fuego y cocina a fuego lento durante unos 10 minutos.
  5. Mientras tanto, corta el pan en trozos y fríelo en una sartén con un poco de aceite de oliva hasta que esté dorado y crujiente.
  6. Una vez lista la sopa, añade los trozos de pan frito y mezcla bien.
  7. Sirve caliente y disfruta de esta sabrosa sopa de ajo con jamón.

Version Moderna de sopa de ajo con jamón

Ingredientes:

  • 4 rebanadas de pan multigrano
  • 4 dientes de ajo
  • 100 gramos de jamón ibérico
  • 1 litro de caldo de verduras
  • 1 cucharadita de aceite de trufa
  • 1 chile rojo fresco (opcional)
  • Sal y pimienta al gusto

Preparación:

  1. En una sartén grande, calienta un poco de aceite de oliva y añade los ajos picados y el chile rojo si lo deseas. Cocina a fuego medio hasta que estén dorados.
  2. Añade el jamón ibérico cortado en trozos pequeños y cocina durante unos minutos más.
  3. Agrega el caldo de verduras y lleva la mezcla a ebullición. Reduce el fuego y cocina a fuego lento durante unos 10 minutos.
  4. Mientras tanto, corta el pan en trozos y tuéstalo en la tostadora.
  5. Cuando la sopa esté lista, añade el aceite de trufa y sazona al gusto con sal y pimienta.
  6. Sirve la sopa caliente y acompaña con los trozos de pan tostado.

Ahora que conoces estas deliciosas recetas de sopa de ajo con jamón, ¡no puedes dejar de probarlas! Sirve este plato clásico en tu próximo menú y sorprende a todos con su increíble sabor. ¡Buen provecho!

1. ¿Puedo utilizar otro tipo de pan?

Sí, puedes utilizar el tipo de pan que prefieras, ya sea blanco, integral o incluso pan rústico. Sin embargo, ten en cuenta que el pan duro es el más tradicional para esta receta y le dará una textura y sabor únicos a la sopa.

2. ¿Qué puedo agregarle a la sopa para hacerla más sabrosa?

Además del jamón, puedes añadir otros ingredientes como chorizo, huevo poché o incluso algunas verduras como espinacas o champiñones. Esto le dará un toque extra de sabor y variedad a tu sopa de ajo con jamón.

3. ¿Se puede hacer la sopa de ajo con jamón en olla de cocción lenta?

Sí, puedes preparar la sopa de ajo con jamón en una olla de cocción lenta. Simplemente sigue los mismos pasos de la receta, pero cocina a temperatura baja durante varias horas para que los sabores se fusionen y los ingredientes se ablanden.

Quizás también te interese:  Almejas al vapor con vino blanco: la receta perfecta para deleitar tus sentidos

4. ¿Puedo congelar la sopa de ajo con jamón?

Sí, puedes congelar la sopa de ajo con jamón. Espera a que la sopa se enfríe por completo, luego guárdala en recipientes herméticos o bolsas para congelar. Puedes conservarla en el congelador por hasta 3 meses. Recuerda descongelarla completamente antes de calentar y servir.