¡Deliciosa receta de lasaña de carne y espinacas para sorprender a tu paladar!

Descubre cómo preparar paso a paso esta exquisita lasaña de carne y espinacas que deleitará tu paladar y el de tus seres queridos. Sigue esta receta fácil y disfruta de un plato lleno de sabor y nutrición.

Ingredientes necesarios:

Para preparar esta deliciosa lasaña, necesitarás los siguientes ingredientes:

  • 1 paquete de láminas de lasaña
  • 500 gramos de carne molida de res
  • 1 cebolla picada
  • 2 dientes de ajo picados
  • 1 lata de tomate triturado
  • 1 taza de espinacas frescas
  • 250 gramos de queso mozzarella rallado
  • 250 gramos de queso parmesano rallado
  • Aceite de oliva, sal, pimienta y especias al gusto

Paso 1: Preparación de la carne

En una sartén grande, calienta un poco de aceite de oliva y sofríe la cebolla y el ajo hasta que estén dorados. Añade la carne molida y cocínala hasta que esté bien cocida. Agrega el tomate triturado, sal, pimienta y tus especias favoritas. Deja cocinar a fuego lento durante unos 15 minutos.

Paso 2: Preparación de las espinacas

Lava bien las espinacas y escúrrelas. En otra sartén, cocina las espinacas con un poco de aceite de oliva hasta que estén tiernas. Reserva.

Paso 3: Armado de la lasaña

En un molde para horno, coloca una capa de láminas de lasaña, luego una capa de carne, una capa de espinacas y una capa de queso mozzarella y parmesano. Repite este proceso hasta terminar con una capa de queso.

Paso 4: Horneado

Pre-calienta el horno a 180°C y hornea la lasaña durante aproximadamente 30-40 minutos, o hasta que el queso esté dorado y burbujeante.

Servir y disfrutar

Saca la lasaña del horno y deja reposar unos minutos antes de servir. Corta en porciones generosas y acompaña con una ensalada fresca. ¡Prepárate para sorprender a todos con esta deliciosa receta!

¿Puedo hacer esta receta vegetariana?
¡Claro! Puedes omitir la carne y agregar más espinacas u otras verduras de tu elección para una versión vegetariana deliciosa.

¿Se puede congelar la lasaña?
Sí, esta lasaña se congela muy bien. Una vez horneada, déjala enfriar completamente, córtala en porciones individuales, envuélvela bien y congélala. Para comerla, solo necesitas calentar en el horno.