¿Estás buscando una forma de llevar tus platos al siguiente nivel? ¡Tenemos la solución perfecta! Te presentamos una receta fácil y deliciosa de salsa verde con perejil y ajo que sorprenderá a tu paladar y transformará tus comidas en experiencias inolvidables. Esta salsa fresca y aromática es ideal para acompañar carnes, pescados, ensaladas o simplemente disfrutar con unas deliciosas tortillas de maíz. Sigue leyendo y descubre cómo prepararla paso a paso.
Ingredientes para la salsa verde:
- 1 manojo de perejil fresco
- 3 dientes de ajo
- 1 cebolla pequeña
- 1 tomate verde
- 1 chile verde
- Jugo de 1 limón
- Sal y pimienta al gusto
Paso 1: Preparación de los ingredientes
Para comenzar, lava el perejil fresco y pícalo finamente, asegurándote de desechar los tallos más duros. Pela los dientes de ajo y pícalos en trozos pequeños. Corta la cebolla en trozos grandes, el tomate verde en cuartos y el chile verde en trozos grandes.
Paso 2: Cocinar los ingredientes
En una sartén caliente con un chorrito de aceite de oliva, saltea la cebolla, el ajo, el tomate verde y el chile verde hasta que estén ligeramente dorados. Retira del fuego y deja enfriar.
Paso 2.1: Licuar los ingredientes
Una vez los ingredientes estén fríos, colócalos en una licuadora junto con el perejil picado, el jugo de limón, sal y pimienta al gusto. Licúa hasta obtener una mezcla homogénea y una consistencia suave.
Paso 3: ¡Disfruta tu salsa verde casera!
Vierte la salsa verde en un recipiente y pruébala para ajustar la sazón si es necesario. Puedes conservarla en el refrigerador en un envase hermético por varios días y disfrutarla en múltiples platillos. ¡Sorprende a tus invitados con esta salsa verde casera llena de sabor y frescura!
¿Puedo usar esta salsa verde como aderezo para ensaladas?
Sí, esta salsa verde es perfecta para darle un toque de frescura a tus ensaladas favoritas. Simplemente agrégala en lugar de tu aderezo tradicional y disfruta del delicioso contraste de sabores.
¿Se puede congelar la salsa verde?
Aunque es mejor consumirla fresca, puedes congelar la salsa verde en porciones individuales en bolsas resellables para tenerla lista cuando la necesites. Solo asegúrate de descongelarla completamente antes de servirla.